El ser humano funciona, en casi todo, por rutina. Vamos a nuestro bar favorito, pedimos nuestra bebida de siempre y el bocadillo que nos caracteriza. Nos gusta el mismo tipo de películas, escuchamos la misma música. Y como el trabajo es algo humano, también aquí se deja ver. Realizamos las curas siempre de la misma manera, poniendo los mismos parches y utilizando siempre los mismos productos. Y cuando sale algo nuevo, nos mostramos reticentes a probarlo, porque... ¿por qué cambiar si no nos ha ido mal así?
Voy a explicar un par de procedimientos que ayer tuvieron lugar en la unidad, y a continuación explico la reflexión inicial. El primero de ellos es la colocación de un tubo de tórax terapético en un paciente con neumotórax, y el seguno la canalización de un catéter arterial para obtención de varias muestras de sangre arterial. Ambos precisan de una manipulación estéril y una antisepsia adecuada. Ambos están en contacto con fluidos corporales como sangre. Ambos consisten en la colocación de un tubo que conecta el interior del paciente con el medio externo. En realidad, son procedimientos muy similares, aunque con fines muy diferentes.
Como ya he dicho, ambos son procedimientos de manipulación estéril y precisan de una adecuada antisepsia. El antiséptico por excelencia es la famosa povidona yodada. No existe botiquín sin un bote de Betadine, todo el mundo en su casa tiene uno. A lo largo de mucho tiempo se ha ido utilizando la povidona como antiséptico de elección, desbancando a otra estrella entre las curas caseras, la mercromina. Sin embargo para todo aquel que no frecuenta el ámbito sanitario, el nombre clorhexidina suena nuevo. Así pues, en ambos procedimientos la desinfección del punto de punción fue llevada a cabo con povidona yodada. Como toda la vida.
Ahora bien, ¿fue correcta la actuación? Mi respuesta es no. Y la principal razón, más allá del tiempo de acción, el efecto residual y el espectro de actuación, es que la clorhexidina no se inactiva en presencia de materia orgánica, mientras que la povidona sí. Y en una inserción de un catéter arterial o un tubo de tórax, está garantizada la presencia de materia orgánica. Estos son algunos estudios que lo certifican:
Cierto es que la povidona es más cómoda, ya que su coloración permite visuallizar el campo con mayor facilidad. Pero si al ponerse en contacto con materia orgánica se va a inactivar, ¿de qué nos sirve que se vea perfectamente? Yo creo que el hecho de que se continúe utilizando la povidona como antiséptico de elección es la costumbre. Siempre ha sido así y no ha ido mal. ¿Por qué cambiar? Lo malo es que nuestra profesión va cambiando día a día. Lo que una vez era recomendado por altas instituciones, ahora se demuestra su total contraindicación. Y si los profesionales empezamos a estancarnos basándonos en lo que ya supimos y la fuerza de la rutina nos quedaremos anticuados. Y eso al paciente no creo que le haga ninguna gracia...
- Chicarro Luna E, Pertegal Vázquez FJ, Pérez Prieto M, Baño Ruiz L, Pérez Saura I, Pérez Bernabeu E. Clorhexidina vs povidona iodada como antiséptico de la piel. Alicante: Universidad Miguel Hernández; 2009.
- Mimoz O, Villeminey S, Ragot S et al. Clorhexidine-based antiseptic solution vs alcohol-based povidone-iodine for central venous catheter care. Arch Intem Med 2007: 167(19): 2066-72.
Cierto es que la povidona es más cómoda, ya que su coloración permite visuallizar el campo con mayor facilidad. Pero si al ponerse en contacto con materia orgánica se va a inactivar, ¿de qué nos sirve que se vea perfectamente? Yo creo que el hecho de que se continúe utilizando la povidona como antiséptico de elección es la costumbre. Siempre ha sido así y no ha ido mal. ¿Por qué cambiar? Lo malo es que nuestra profesión va cambiando día a día. Lo que una vez era recomendado por altas instituciones, ahora se demuestra su total contraindicación. Y si los profesionales empezamos a estancarnos basándonos en lo que ya supimos y la fuerza de la rutina nos quedaremos anticuados. Y eso al paciente no creo que le haga ninguna gracia...