La historia de hoy no comienza ayer, sino un día antes. Por lo menos desde mi punto de vista, aunque en realidad comenzó desde hace mucho tiempo. En ese día tan ajetreado que tuvimos, tuve tiempo para preguntar y mirar la historia de un solo paciente. Y ese fue José Ignacio. José Ignacio es un paciente que acude al hospital por un dolor abdominal muy intenso de varios días de evolución. Cuando entró en el hospital, no sabía que nunca más volvería a salir...
Estando en la sala de espera, José Ignacio comienza a sentirse peor. El personal se percata y le atiende, observando una desaturación importante y una caída de constantes bastante considerada. Casi de repente, José Ignacio pasa de estar en la sala de espera a encontrarse en el cuarto de shock (el box vital, donde se atienden las emergencias). Allí logra estabilizarse y su situación mejora, así que deciden trasladarlo a la ADA para su observación y monitorización. Así es como llega a nuestra unidad. Los médicos sospechan de una hemorragia digestiva, así que deciden hacerle un TAC abdominal para comprobarlo. Nos fuimos el enfermero y yo a acompañarle a la sala de escáner, cuando vemos que detrás nuestra vienen dos mujeres vestidas de calle, que luego resultaron ser su esposa y su hija. La sala estaba ocupada, así que me tocó esperar fuera con una sola instrucción que me dio el enfermero mientras él pasaba a colocar todo lo necesario. "Que no se duerma".
Comencé a hablar con José Ignacio. "¿Cómo te encuentras?" le pregunté. José Ignacio, a sus 72 años de edad, se apartó lentamente la mascarilla de oxígeno para poder hablar. Murmulló algo que no entendí, así que me acerqué un poco más. "Me estoy muriendo", susurró. ¿Cómo reaccionar ante esto? Solo fui capaz de mirarle a los ojos. No sabía qué decir. Confiaba en que notara mi apoyo a través del contacto visual, aunque ahora no estoy seguro de que así fuera. Le dije a su esposa y su hija que hablaran con él, que no permitieran que durmiera. Así que comenzaron a tranquilizarle. Más bien a hacerse creer que le tranquilizaban, porque José Ignacio estaba muy tranquilo, aunque dolorido. Yo veía cómo ellas mandaban mensajes de optimismo con una mirada muy preocupada, mientras él mantenía los ojos puestos en los suyos, sin nada que decir.
Finalmente José Ignacio pasó a la sala de escáner, y los médicos pudieron observar que no había hemorragia por ningún lado. Más tarde supieron que la causa de todo era un avance extraordinario del cáncer de pulmón que José Ignacio padecía. Pasó a ser paciente de digestivo a paciente de oncología. La tarde continuó con las prisas que ya escribí ayer. Cuando finalmente me tocó marcharme, fui capaz de contar doce personas juntas entre las que se encontraban la esposa y la hija de José Ignacio. Y todas ellas tenían pena en su interior. Era un grupo lleno de ojos vidriosos, mejillas coloradas, gafas de sol y pañuelos usados.
Cuando llegué ayer a la unidad, José Ignacio se encontraba en la unidad de efrente, la de prehospitalización. Allí es donde van los pacientes pendientes de cama en las unidades de hospitalización. Pero él estaba allí simplemente por ser un lugar más tranquilo y menos aparatoso. Simplemente, estaba esperando. Alrededor de las cuatro y media, todos escuchamos sonoros llantos y lamentos fuera. José Ignacio se había ido, para no volver.
La verdad es que me hubiera gustado poder seguir más de cerca este caso, poder haber tratado más con el paciente. Hay veces que el final es inamovible, que no hay remedio ni cura, que solo se puede ayudar a que no sea doloroso. Hay veces que lo que menos importa son las constantes ni la monitorización, puesto que eso no evitará lo inevitable. Esas veces, lo más importante es estar, acompañar, y que ni el paciente ni la familia se sientan solos. Hay un sinfín de cosas que aportar desde nuestro lado para ayudar a ese proceso. Hay mucho que hacer para ayudar al paciente, cuando solo queda esperar...
un duro momento pero enfermería debe de cuidar también en este momento, como tú lo has hecho...que funciones se encaminan en el preduelo??
ResponderEliminarsobre la limitación del esfuerzo terapeutico...que puedes opinar??que dice la bibliografía??es legal en España??